Estamos recibiendo continuamente información polarizada, blanco/negro, bueno/malo, desde todos los ámbitos, desde la sociedad, desde los medios de comunicación, incluso desde la propia familia.
Este tipo de mensaje obliga a tener que posicionarse en una de las 2 opciones planteadas para no sentirse desplazado y recibir la aprobación social, porque tener un pensamiento propio o distinto a estas opciones implica enfrentarse a la posibilidad de ser rechazado, para lo cual no estamos preparados anímicamente y terminamos asumiendo la versión que nos envían.
Sin embargo, no somos conscientes del perjuicio que tiene para nuestros propios intereses asumir esta manera tan polarizada de interpretar las situaciones que nos suceden. Y sobre todo a nivel social nos influye negativamente pues cuanto más nos dividamos, menos problemas podremos solucionar, cuanto más nos fijemos en nuestras diferencias y más tiempo empleemos en discutir sobre ellas, menos nos daremos cuenta de lo que podemos hacer para mejorar nuestras vidas, cuanto más nos culpemos entre nosotros, menos nos fijaremos en los hilos que manipulan las tendencias de opinión y, en última instancia, nuestros comportamientos.
Jesús Arellano
Sociedad dividida
Actualizado: 30 nov 2020
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